¡La vuelta al Coaching!
Para algunas personas el verano ha sido un cambio de estación sin afectar demasiado a su rutina habitual. Para otras ha servido para reconectar con ell@s mism@s, para tener conversaciones relajadas con la familia y amigos, para cuidar el cuerpo y la mente, para tomar perspectiva de las cosas y definir nuevos objetivos. Tras unos días de desconexión y de romper con las rutinas habituales, en septiembre toca volver al día a día para la mayoría de personas. Tanto si has hecho vacaciones como si no, Septiembre suele ser una época de nuevos objetivos.
Según como enfoques la rutina puedes quedarte como estabas, caer en el síndrome post-vacacional por el hecho de tener que readaptarte a las tareas cotidianas o bien cargad@ de energía para comerte de nuevo el mundo. ¿Con cual de ellos te identificas?
En cualquier caso es probable que durante el verano hayas reflexionado sobre algunos aspectos de tu vida que durante el resto de meses con la vorágine del día a día no habías dejado el espacio para plantearlos. Con el ritmo desacelerado del verano nuestra mente ha puesto en marcha sus recursos creativos. Sí, sí, como lo lees. Descansar, e incluso aburrirse, aumenta la creatividad. Es por eso que a la vuelta del verano hay personas que generan un montón de ideas y proyectos que quieren realizar o nuevos objetivos a conseguir. Aquí algunos ejemplos que nos encontramos en los procesos de coaching y mentoring: quiero montar mi propio negocio o start-up, quiero llevarme mejor con mi jefe/a, quiero tener mejor comunicación con mi pareja, quiero gestionar mejor mi tiempo, quiero mejorar mi salud y bienestar… y podríamos seguir con una lista infinita.
¿Y tu, te identificas con alguno de ellos?
Fíjate que todo son “quiero” y no “tengo que…”. La mejor forma de conseguir algo es querer conseguirlo. “Tener que” solo te traerá obligaciones y presión. Así que, ¿hay algo que “quieras” conseguir en estos próximos meses?
Si es así, tan solo tienes que convertir ese deseo en un objetivo y para que se lleve a cabo hay que tener un plan de acción. Es tan importante saber “dónde vas” como el “cómo vas a ir”. Venga, ¡comienza con un primer paso! Por muy pequeño que sea ya te habrás puesto en camino, solo hará falta un segundo paso, un tercero…, nadie ha dicho que sea fácil, pero sí que cada vez la meta estará más cerca y te será más fácil avanzar.
Si aún no estás preparad@ para empezar a movilizarte hacia tu objetivo o crees que no es el momento oportuno, espero que sea un motivo de más peso que no tan solo procrastinar o ponerte alguna excusa como “no tengo tiempo…”, “mejor me espero al Año Nuevo Chino…”, “voy a esperar a que los elefantes tengan alas o que los koalas corran maratones”. Las personas tenemos una capacidad infinita de generar excusas (¡y algunas realmente muy creativas!). Ahora bien, ¿les vas a hacer caso o las vas a arrinconar y darte la oportunidad de salir de la zona de confort para seguir avanzando? No esperes más y empieza a andar.
Seguro que recuerdas esa sensación de haber conseguido tiempo atrás algo que deseabas. ¿Y si te das la oportunidad de volver a sentir ese orgullo y satisfacción? Piensa por un momento en la última vez que conseguiste algo que anhelabas: ¿qué te impulsó a ello?, ¿cómo lo hiciste? ¿cómo te sentiste cuando lo conseguiste?. Y ahora piensa: ¿qué es lo que te está faltando hoy para conseguir lo que quieres?
Tienes los recursos que necesitas para conseguirlo. Aún así, si necesitas un empujoncito, el coaching o mentoring pueden servirte de apoyo.
Tu momento es ahora, ¿a qué esperas para empezar? ¡Muévete!
Un saludo desde Barcelona.